jueves, 22 de marzo de 2012

Crees en la amistad?







“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o de invalidez”. Esta fue la clausura que dio la organización de las naciones unidas, al definir salud en la Conferencia Internacional sobre Salud, celebrada en Nueva York, de junio a julio de 1946.

¿Existirá tal salud, tal completo bienestar? Al parecer esta definición globalizada caería en un enunciado un tanto utópico que responde a un momento histórico, tras la barbarie de una guerra mundial, donde los sobrevivientes creyeron que podían diseñar una sociedad mejor para todos, donde todos los hombres cupieran.

Al parecer salud, no es una palabra un tanto fácil de responder y es así como lo demuestra Luis Weinstein en su texto “Salud y autogestión”, en donde nombra a un sin número de personajes, tratando de encontrar un significado más exacto al termino salud.

Uno de tales personajes es Floreal Ferrara (médico argentino), el cual nos dice que salud presupone un enfrentamiento a los conflictos, un buscar modificar la realidad. “La salud se expresa correctamente cuando el hombre vive comprendiendo y luchando frente a los conflictos que la interacción con su mundo físico, mental y social le imponen…la salud corresponde al estado de optimismo, vitalidad, que surge de la actuación del hombre frente a sus conflictos y a la solución de los mismo…”

Al parecer tal definición se acercaría mucho más a la realidad, o a lo que nosotros mismos buscamos y padecemos. Desde que nacemos, hasta el fin de nuestros días nos encontramos en constantes conflictos, los cuales nos permiten, tras superarlos, lograr crecer. Pero para que esta posibilidad de aprendizaje se transforme en crecimiento es fundamental el desarrollo de nuestra atención. Sin embargo, cuando intentamos detener el proceso, siempre cambiante, aferrándonos a ellos, nos sentimos frustrados, nos estancamos y “enfermamos”. Nietzsche decía: “si tu vida tiene un porqué podrás sobrellevar cualquier cómo”.

Otra forma de pensar la salud es considerarla como una simple palabra usada para designar situaciones subjetivas: la intensidad con la cual los individuos enfrentan sus estados internos y su ambiente inmediato. La asistencia a la salud humana depende no sólo del grado en que cada persona aprendió, a través de su cultura, a enfrentar la realidad, depende, también de las condiciones socio-políticas que alimentan esa confrontación.

Sigerist, define salud de la siguiente manera: “Salud es por tanto, no simplemente la ausencia de enfermedad: es algo positivo, una actitud gozosa ante la vida, una alegre aceptación de las responsabilidades que la vida pone sobre el individuo.

Ricardo Moragas ha enfocado el tema desde la pretensión de “dar una visión general del punto de vista que diversas disciplinas utilizan…”Enfoque general no especializado, dando cuenta de diversas concepciones de la salud:
- Concepción somática-fisiológica: Si el organismo físico no posee alteraciones visibles, existe salud, y sólo cuando haya una alteración del soma existirá enfermedad. Ésta es la noción básica de salud, la más aceptada por el público en general.
- Concepción psíquica: De origen más reciente. Tiene la limitación de su acercamiento a la subjetividad. Esta concepción de la salud tiene una clara referencia a la problemática de la relación médico-paciente, a la variabilidad de la personalidad enfermo en el curso de su afección al campo de las alteraciones funcionales y psicosomáticas y al área psiquiátrica propiamente tal.
- Concepción sanitaria: Pone énfasis en lo referente a lo colectivo, comunidades y otras agrupaciones. Esta orientación tiene muchos puntos de contacto con la sociología. Contempla un amplio espectro de actividades frecuentemente de incumbencia estatal, con un contenido pertinente al medio físico -tierra, agua, aire y alimentos- y a las personas, agrupadas de acuerdo a sus quehaceres laborales de tiempo libre o de lugar de residencia.
- Concepción política-legal: Su eje es la consideración de la salud como un bien general que al llegar a contar con una tutela legal se transforma en un derecho para toda la población que los ciudadanos pueden exigir mantener, y que se apoya en una valoración social y política y en sus disposiciones legales.
- Concepción económica: Interesa, desde el prisma económico, la gran inversión que se hace en la remuneración del personal de la salud.
- Concepción social: Cada sociedad define, de acuerdo con pautas culturales, lo que serán los límites, más o menos definidos, entre salud y enfermedad, y establece expectativas con respecto a la conducta de los pacientes, lo que ha llamado el rol del enfermo.

En el hombre llamamos salud a ese estado de adaptación, que se traduce por bienestar físico, mental y social; las enfermedades son la resultante de una disminución del grado mayor o menor, o de su pérdida, de dicha capacidad para adaptarse al ambiente en el cual viven los seres humanos.

Dubos, propone una concepción holística de la salud: “el solucionar los problemas de las enfermedades no equivale a crear salud y felicidad. Esta tarea requiere una forma de sabiduría y de visión que trasciende el conocimiento especializado de remedios y tratamientos, y que aprehende, en toda esa complejidad y sutileza, la relación entre los organismos vivos y su ambiente total”.

La salud es un valor universal, es una realidad que motiva a la mayoría, que puede contribuir a generar condiciones de unidad para favorecer los cambios sociales. Hablamos de una utopía, la práctica social ha definido una preocupación colectiva por la salud, la individualización de agentes específicos, la adscripción de metas y de recursos cada vez más extensos. Lo que se propone es un asumir colectivamente ese proceso, mediante una democratización y una participación creciente, hasta el límite utópico de la autogestión en salud. Salud como meta, en el conjunto de esfuerzos transformadores de la sociedad. Con tales objetivos, nuestra definición, para ser instrumental, debe poder reflejar la infinita variedad de la situación humana, su relatividad y al mismo tiempo, contar con los planos, los matices que aseguren el poder comunicarse, el trabajar con ella en la vida social.

Buscamos, por lo tanto, una definición de la salud que contribuya a enfrentar no solamente las dimensiones perdidas de la practica médica, a vencer la agresividad voraz de las industrias vinculadas directamente al negocio salud, sino concienciar, a agrupar, a orientar las luchas por el cambio del sistema.
La noción de capacidad es a nuestro juicio, la verdadera matriz de la salud. No prejuzga sobre el grado mayor o menor de enfermedad sobre la normalidad de una persona. Es aplicable así a cualquier individuo o grupo, del que se pueda decir que éstas o aquellas son sus capacidades, su salud.

La noción de salud está recogida de Ganguilhem. Para él, tanto la salud como la patología tienen normas, y en la salud hay capacidad de tolerar variaciones en las normas. El hombre por lo tanto no es verdaderamente sano, la salud es el lujo de poder caer enfermo y levantarse. Toda enfermedad es, por el contrario, la reducción del poder para superar las otras.

Salud engloba enfermedad y se acerca a la noción de hombre. El hombre tiene más o menos salud, está más o menos vivo, humanizado. Las capacidades han sido diferentes en la medida que el hombre se ha ido creando a sí mismo, ensanchando su capacidad de manejar instrumentos y de asociar ideas, tal vez reduciendo su fuerza muscular y sus dotes extrasensoriales.

Las capacidades, primero se desarrollan las vitales, las comunes con otros seres vivos; luego se va produciendo la diferenciación hasta la captación de la intimidad, de la articulación estructural de la realidad, con el despliegue de la capacidad de comunicación, de creación, de crítica, de integración, de ser autónomo y de solidarizar. Todo ello empapado de la potencialidad vital y existencial, social y psicológica, para el goce de con los diversos ritmos de la vida, sin dejar de aprehender los límites, los vacíos, los conflictos.

Con esto podríamos definir a la salud como el conjunto de capacidades biopsicosociales de un individuo o de un colectivo. Es una propiedad de los seres vivos. Por otra parte, capacidad es un término comprensivo, que no se agota en un momento determinado. La noción de capacidad puede tener aplicación en actividades sobre la salud de índole reparador, curativo, preventivo, de fomento, según se trate de la salud presente o la potencial. Dando a la salud el valor de meta e instrumento liberador.


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